La cansada y exhaustiva pandemia
Racismo, clasismo, machismo, pandemia; es más que evidente que formamos parte de una sociedad carece de COMPASIÓN. Tenemos la oportunidad de enseñar a los jóvenes, a nuestras generaciones futuras, a ser más amables, más compasivos, menos egoístas.
Con tantos preocupados por el futuro de las escuelas este nuevo inicio escolar con la “nueva normalidad”, nosotros como sociedad tenemos la oportunidad de arreglar lo que está roto. Lo que estamos haciendo y lo que hemos estado haciendo desde antes NO ESTÁ FUNCIONANDO.
¿Ya cayeron en cuenta que desde que inició la pandemia interrumpieron cursos escolares porque no es una actividad de primera necesidad? ¿Por qué no hacer una pausa para crear un futuro mejor para todos al no precipitarse en un sistema roto? Creo que el virus está tratando de mostrarnos, pero no estamos prestando atención.
El miedo a que los niños se queden atrás es una noción que debe restablecerse. Hemos estado atrasados por mucho tiempo. El futuro es amor y compasión. Tiene que ser para que el planeta y todas las especies coexistan.
Comencemos a priorizar lo que es realmente importante en la vida y enseñemos estos principios y lecciones invaluables a nuestros hijos. LA VIDA, LA SALUD, LA NATURALEZA, LA PAZ, LA SOLIDARIDAD, EL AMOR… Es la oportunidad perfecta para intentar de ser una cultura consumida por nuestros deseos personales.
Inspirémonos de nuestras futuras generaciones, aprendamos de ellos, de su pureza, de su inocencia y amor infinito. Permitámonos ser a través de estos pequeños maestros, ser el cambio necesario para el bien de todos.
